Como mucha gente me ha tirado de la oreja por decir que no hay más tomos a 10 euros de tebeos americanos que los de Panini, os voy a hablar de este tebeo de Crossgen, culpable de mi equívoco y que es uno de los pocos que se puede salvar del desastre que ha sido esa editorial.

No os engañéis, Crossgen siempre ha sido muy mal vista por todo el mundo. Siempre se hablaba más de las condiciones de trabajo de la compañía que de los tebeos que editaba. Todo era: obligan a los autores a mudarse a Florida, y les dan seguro médico pero trabajan como si fuera una empresa y blablaba chismorreo. Es decir, todo era en plan: si, parecen muy guays pero en realidad son unos explotadores y que sepáis que la empresa se va a hundir. Tengo que decir que yo también pensaba eso de que se iba a hundir. Sí, ya sé, decirlo a toro pasado no tiene mérito, pero en serio, la cosa pintaba muy mal. Desde su creación siempre he sido muy escéptico con esta compañía ya que todo parecía muy chachipiruli de la muerte, es decir, eran los nuevo chicos enrollados del barrio. Y cuando una empresa te da esa impresión, o es google o malo, malo, malo. Entonces un día leí ciertas declaraciones del jerifalte de la compañía, Mark Alessi [Editado 20/12/05. Cruce de cables, había puesto Peter Tomasi], que decía que veía ciertas pautas para ganar dinero y que en ese momento se estaban dando en los tebeos y que iba a hacer los mejores tebeos del mundo y patatín y patatán. En ese momento tuve claro que este tipo iba a hundir la compañía porque sinceramente no sabía donde se estaba metiendo.

Al final la ha hundido y ha durado mucho más de lo que cualquiera esperaba. A su paso ha dejado bastantes series infumables (¿ esos eran los tebeos tan buenos que iba a hacer?) llenas de dibujos muy bonitos pero bastante insípidas en cuanto a guión. La mayoría de las colecciones eran muy lentas, no pasaba nada de un número a otro y aquello se eternizaba de mala manera. No las leí todas, pero si me pude hacer con bastantes números de siete u ocho series y aquello era lo mismo de lo mismo una y otra vez. Por suerte siempre hay excepciones, en este caso dos, Ruse y Negation. No, no me digáis que the Path era buena porque es un plagio descarado de Lone Wolf & cube, o que Sojourn es la leche porque si Greg Land no la dibujara otro gallo le cantaría.

De Ruse quizá hable otro día (haceros con ella, es una colección bastante entretenida, con un guión sólido y con unos dibujos de Butch Guice preciosos, vaya, que este Guice es mucho mejor de lo que era antes). De Negation ha llegado el momento de hablar ahora. Esta colección nos cuenta como un grupo de personas arrancada de sus universos son hechos presos para su estudio en un entorno controlado… vaya, como las secret wars, pero aquí todos juntitos ya que no sabemos quiénes son los buenos ni los malos. La gracia del guión está en el tratamiento de personajes, en ver como personas totalmente diferentes se compenetran perfectamente y saben sacar partido de sus diferencias. El guión es bastante ágil y la historia se convierte en un continuo corre por tu vida que la hace bastante entretenida. Da la impresión de que sus autores se la han tomado de manera bastante relajada y que más que preocuparse por ir a alguna parte su principal objetivo es entretener en cada número. Es decir, justo lo contrario de todas las series Crossgen.

El dibujo es malillo, ni llama la atención ni termina de gustar y muchas veces tiene bastante problemas con las proporciones. Es una pena que no le hayan dado a un dibujante de las otras series, a esos que lo hacen tan bonito (mucha culpa de ello también la tiene el colorista).

Tengo que decir que Negation me sorprendió bastante y que los números por ahora publicados en España me estaban gustando bastante. Es una pena que Crossgen se haya ido al garete y que los derechos de la editorial ahora mismo estén en el aire porque me gusta seguir leyendo los números que quedan de esta serie. Es un tebeo digno, entretenido y que no buscaba nada más, en definitiva un tebeo muy divertido y agradable de leer. Buscarlo en los atrasados de vuestra librería que seguramente dentro de poco lo encontraréis de saldo.