El cierre de Orgullo y Satisfacción
Se acerca diciembre y con ello el fin de la aventura llamada Orgullo y Satisfacción. Es una pena tremenda pero así es el mercado y los experimentos, que muchas veces no salen como nos gustarian.
Las historia y las razones del cierre continuan en este enlace y no se puede poner muchos peros a sus razonamientos. Haciendo números necesitaban 12.000 suscriptores y no han logrado conseguirlos. Quizá puede parecer una cifra un poco alta para nuestro mercado pero la verdad es que a 1.5€ el ejemplar parecía bastante factible llegar a esos números. Pero no, una cosa es pedirle a todo el mundo un esfuerzo puntual como cuando salió la revista, y otra muy diferente es pedir un apoyo mes tras mes a la gente. Incluso cuando se anunció el cierre hubo gente que pidió que se montara un crowfunding para salvarla. Ese crowfunding ya existe mes a mes y se llama suscripción. Pero la gente no lo ve así, necesitan un incentivo de algún tipo para soltar la pasta, concretamente algún tipo de incentivo moral.
Ya, ya, que tu y yo somos suscriptores y no hemos necesitado más incentivo que el talento de todos los artistas implicados. Ya lo sé, de lo que estoy hablando es de esas más de 30.000 personas que se han ido bajando del carro. Y es que al final, mucha de la culpa de todos estos abandonos la tiene la fuerza del hábito.
Animales de costumbres
Eso es lo que somos. Sabemos que día de la semana sale exactamente el Jueves. Ese día podemos acudir a nuestro punto de venta habitual y encontrar allí un nuevo ejemplar, semana tras semana. Una vez comprado, cada uno tiene su particular sitio de lectura. Puede ser en el metro o en el tren camino a casa o puede ser en nuestro querido trono. Seguramente sea la revista que más nos encontramos en los cuartos de baño de toda España y es que para realizar ciertos menesteres es una lectura fantásticas: dos o tres historias que no te exigen exprimir tu cerebro y a otra cosa mariposa. Al final todos son costumbres.
Orgullo y Satisfacción salía una vez al mes y ese día variaba constantemente. Siempre era el día 1, pero unas veces era lunes, otras jueves y otras domingo y eso afecta mucho a como hacemos las cosas. Porque a diferencia de una revista en papel, necesitamos descargarlos en nuestro equipo y algunos lo hacen en su portátil, otros en su ordenador de trabajo y otros en sus tabletas. Y dependiendo del día de la semana, solemos usar más unos u otros. Así que muchas veces era día 1 y por lo que sea, ese día no tenias tu medio de lectura electrónica habitual a mano y lo ibas dejando y dejando, y el día 10 o puede que incluso al mes siguiente cuando recibías el aviso de un nuevo número te acordabas de ella. Y la costumbre no se iba creando. Porque además, ¿cómo se lee OyS? ¿De una tacada? ¿Historia a historia? ¿Te puedes saltar lo que no te gusta? Es complicado.
Lo mismo para la lectura en el trono, entre que enciendes la tablet, se abre el programa de lectura y tal, pueden pasar unos segundos valiosos para la consecución de la tarea. Y ya no es lo mismo, no es lo mismo.
Realmente creo, sobre todo viendo los resultados, que todavía nos cuesta hacernos a los medios digitales. Somos muy fetichistas del papel y dar el salto a otro medio nos cuesta horrores. Por poner mi propio ejemplo, cada día que pasa leo más y más en pantallas, pero cuando pillo papel es una sensación de satisfacción que ninguna pantallita puede simular.
Aún así 40 números
Que nos quiten lo bailao. Van a ser 40 números más algunos especiales bastante interesantes que han sido toda una delicia. Cuando llegue el momento del cierre repasaremos un poco cuales han sido sus mejores series porque ha habido mucha canela de la buena. Pero esta claro que con esos números la cosa no da más de sí.Que la revista podría seguir con menos suscriptores pues hombre, por poder claro que se puede. Pero me parece lo más correcto del mundo que se quiera remunerar de una manera justo a todas los colaboradores en la misma. Es lo mínimo que se le puede pedir a una publicación profesional, porque de lo contrario es una cosa hecha por aficionados por amor al arte. Y la gente que hace esta revista son profesionales como la copa de un pino y se merecen un salario justo y mucho más.
Queda muy poco pero habrá que intentar disfrutarlo mientras nos dure.
No me gustan leer en digital. Me paso 8 horas diarias mirando una pantalla por trabajo y no quiero mirar otra en mi tiempo de ocio.
Me gusta ir a la tienda de cómics y charlar un rato, me gusta meter mis cómics en bolsas y cajas “libres de ácido”, me gusta el tacto del papel y el olor de la tinta. Me gusta la experiencia de leer cómics y OyS no me la daba.