Defensores
El Doctor Extraño, Hulk, Namor y Silver Surfer unen sus fuerzas para defender a la Tierra de una misteriosa amena… ¿Daredevil? ¿Luke Cage? ¿Puño de Hierro? ¿Jessica Jones? ¡Estos no son los Defensores de tu padre! ¡Estos son los Defensores del Netflixverso!
Cuando Quesada se hizo editor de Marvel a principio de los 00 la forma de narrar historias empezó a cambiar lenta e inexorablemente hacia algo completamente horroroso: el decompresive storytelling. Por orden editorial las historias tenían que formar un arco autoconclusivo cada seis números para así poder ser recopiladas en un bonito y caro tomo. Un guionista capaz podría narrar en esos seis números dos o tres historias que de una manera mágica se terminaran cruzando para dar algún tipo de final satisfactorio en el sexto número. Pero claro, eso es difícil porque para hacerlo hay que tener talento. Así que lo que termino pasando realmente es que muchos autores cogieron la historia que tenían pensada para un solo número y la alargaron y alargaron y alargaron hasta llegar a los seis. El maestro de este arte siempre ha sido Brian Michael Bendis, un mago en el arte de llenar páginas y más páginas sin contenido. Diálogos sobre la nada, cabezas flotantes mirándose sin hablar, historias que nunca parecen llegar a su fin. Pues adivinad sobre que base han erigido todo el NetflixVerso… ¡la de Brian Michael Bendis!
Los Defensores cuenta la historia de como los 4 héroes que ya han protagonizado sus propias series luchan contra la Mano. Y ya. Ocho capítulos. Enteros. La Mano quiere hacer algo muy malo (¿el qué? ¡quién sabe!) y nuestros héroes no quieren que lo hagan. Y a rellenar los ocho capítulos que no os creáis que es tan fácil hacerlo. Como ejemplo de este espectacular pulso narrativo vemos como Sigourney Weaver se toma una sopa en un restaurante mientras habla con el maître sobre lo rica que esta. Y no acaba la cosa ahí, no, ya que la sigue degustando durante un ratito… tremendo. En otro capítulo asistiremos a otra conmovedora escena donde Sigourney esta escuchando un disco y… ¡madre mía, está rallado! ¿Qué hará nuestra malvada protagonista ante una situación tan peliaguda a la vez que embarazosa?
¡Lo estás exagerando todo un montón! Ya, ya, que sí, que la serie tiene momentos de acción chulísimos, diálogos interesantes y una química genial entre algunos de los protagonistas. Pero también tiene una gran cantidad de momentos que sobran totalmente. Una tijerita de dos o tres capítulos le hubiera sentado de maravilla a la serie. Si en vez de 8, solo hubieran sido 6 o incluso 4, ovación y vuelta al ruedo. Pero esos dos primeros capítulos en los que la maldita serie no arranca… madre mía. En el tercero ya empieza a coger ritmo, pero dos capítulos tirados a la basura solo para sentar bases es la leche.
Y lo peor de todo es que es elección propia de los responsables de las series hacer las cosas de esta manera. Quieren hacer superheroes de otra manera, más adultos, sin mallas, sin nada que pueda parecer infantiloide. Incluso hasta parece raro ver a Daredevil vestido con el traje y el resto de sus compañeros de calle. Es como… tío, ¡no estas en nuestra onda! Es lo que tiene basarse en el material de Bendis, un tipo que parece que esto de los superhéroes tampoco le va demasiado y que intenta desmarcarse más y más del genero en cada historia que escribe.
Yo la verdad no sé como de satisfecho esta Netflix con estas series porque ha ido corriendo a soltar camiones de dinero a las puertas de Millar para hacer series de superhéroes molonas, con acción y esas cosas. Que Millar también tiene lo suyo y es para echarlo de comer aparte, pero que esta claro que esta totalmente en las antípodas de las series de Marvel de esta plataforma.
A mi estos Defensores me ha dejado muy fríos. No están mal y tampoco siento que haya siendo una perdida de tiempo. Pero me exaspera el ver como intentar aportar personalidad a los personajes con escenas vacías y sin ningún tipo de significado. Tienen todos los mimbres para hacer una cesta perfecta pero los desperdician completamente. En fin, Netflixverso Marveliano, cada día me aburres un poquito más.
Mientras veía esta serie no dejaba de pensar: ¿por qué no estoy viendo Juego de Tronos o Twin Peaks como los demás, que según Twitter parece que lo están disfrutando?
En la serie no falla solo el decomprensive, que también. Fallan unos villanos que nunca llegan a parecer villanos como para tener que unir a cuatro héroes, y unos héroes que no parecen héroes del todo (solo uno duda a la hora de poner una bomba en un edificio, por ejemplo, y tampoco duda mucho). Falla en un Puño de Hierro insufrible (que encima es absoluto protagonista), falla en el falso sacrificio de Daredevil, falla en las peleas cuando no pueden cambiar a los actores por sus dobles de acción (para eso está la máscara de Daredevil). Falla en desaprovechar la oportunidad de cruzar los caminos de los secundarios de las 4 series. Satura con la tontería de las 5 iluminaciones (rojo, morado, amarillo, verde y blanco). Y en el último capítulo, falla catastróficamente cuando intenta añadir toques de humor por primera vez en 8 capítulos.
De todo el universo televisivo de Marvel-Netflix, me quedo solo con los dos primeros capítulos de Daredevil.
Como siempre, muy buen análisis Pedro. Siendo Netflix, hubiera esperado una buena peli larga, de 2hs y listo, hubiera sido un gran punto de arranque para más historias.
Pero fuera de lo insufrible de la serie (o de sus previas), rescato la reestructuración de los héroes de la calle. Siempre que lei alguna historia de los defensores, me pareció que sólo buscaban burlarse. ¿Silver surfer, Namor y Dr. Extraño juntos? Un desperdicio. Acá se da lugar a otras posibilidades, y tal vez algún buen escritor logre hacer una buena historia. Por ejemplo, me gustaría que algo caiga en manos de Brubaker.
En fin, es una gran alegría que hayas vuelto a retomar el blog. Saludos desde Argentina.
Yo no soy partidario ni detractor de descomprimir la narrativa. Lo veo simplemente, como un recurso más (al servicio de un mandato editorial… o no). Ni siquiera exijo que exista un componente autoconclusivo en cada episodio o número individual. Entiendo que un ritmo lento o una falta de síntesis puede tener su razón de ser…
El problema es que en Defenders no hay nada interesante. Es un encargo incómodo, un compromiso previsible donde toca cumplir con lo prometido rapidito y sin molestar a nadie. No ni un solo momento memorable, ni una sola set piece brillante como sí las había en Daredevil… Es una nadería descomunal.
Hace ya un año que he decidido dejar de ver películas y series basadas en cómics de superheroes. Y desde entonces soy un lector de cómics más feliz ¡Lo recomiendo! 😉