No lo hice pero ganas me quedaron de ir todos los días a la tienda a preguntar si ya había llegado el Rip Kirby. Y es que se hizo de rogar porque al principio iba a salir en el salón de Madrid, pero no, y luego a principios de diciembre, pero tampoco, a mediados de diciembre, pero nada, y por fin salió a finales de diciembre, vamos, faltó poco para tomar las campanadas con el Rip Kirby recién comprado. Pero ha llegado, por fin, a ver que es eso tan bueno que tanto tiempo nos llevan restregando nuestros mayores.

Miedo, esa es la palabra que mejor define lo que sentía ante la salida de este tebeo. Porque el formato Grandes del cómic es irónicamente pequeño, más bien pequeñito. Así que nos íbamos a tragar otra obra clásica en formato enano, pero era eso o nada y yo estaba acojonado. Pero ahí estaba en la estantería: GRANDE. Sí, GRANDE… es decir NORMAL. Eso es, estaba editado a un tamaño NORMAL, al tamaño para el que se dibujó y publicó, es decir NORMAL, no PEQUEÑO. Puff, que alivio, jajaja, risa histérica. Pero ahí no acaba la cosa… CARTONE… increíble… es decir, van y hacen una edición MAGNÍFICA. Ellos podían hacerla pequeñita, como si fuera poca cosa, despreciándola. Pero van y lo hacen como tiene que hacerse. ¿ Qué les ha pasado ? ¿ Están locos ? Vamos, no parece que sean los mismos de siempre los que están editando esto… porque es Planeta la encargada de hacer esto, la reina de mandarnos a las ópticas a por lentes de aumento.

Incluso la elección de papel ha sido acertada.. NO ES SATINADO. Increíble, con lo guachipiruli que quedaba en el Spiderman de Dikto donde te adelantaba lo que pasaba en la siguiente página a través de sus transparencias a lo bocadillo de chorizo. Vaya, van y le ponen un papel adecuado al material que están publicando… Y eso que tiene un tacto extraño, lo tocas y es como rugosa… tantos años de papel chachibrillante nos han hecho perder ese tacto especial que tenía el papel.

Las historias… vaya, las malditas historias son magníficas. El personaje protagonista que tendría que caerte fatal pues te cae simpático (bueno, la chica rubia me cae un poco mal, pero es que parece que está hecha así aposta), el desarrollo de la trama te mantiene enganchado página tras página. Parece mentira que esto esté pensado en formato de tiras diarias porque le puede dar sopa con ondas a cientos de tebeos de esos que están planificados al milímetro. Y el dibujo, ay, qué mujeres, qué maravilla, qué todo. Este Raymond sí que dibuja bien, vamos, que lo hace todo bien, qué envidia.

El precio también es una ganga, 10 euros por 160 páginas en Cartone… ¿ qué más se puede pedir ? Pues que corras a comprártelo, y ahora a saber cuando sale el número 2, algún año de éstos, a ser posible éste.