Pues se acabó, chimpón. 8 números ha durado la nueva serie de la Cosa y se ha ganado la cancelación a pulso. Fue... interesante mientras duró, pero nada más.
Con todo el dolor de mi corazón, por una vez tengo que bajar a Slott del pedestal que ocupa permanentemente en este blog. La serie de la Cosa no le ha salido nada bien y Marvel ha hecho lo único que podía hacer, cerrarla. Sí, podían haberle dado alguna que otra oportunidad, haber aguantado más números, pero Slott no le había cogido el truco a la serie y no tenía mucho sentido haber seguido durante más tiempo.
Porque ese es el problema de la colección, que no le encontró el aire adecuado al personaje. Estaba a medio camino entre la comedia y el drama pero sin decantarse por ningún lado y sin decantarse por nada y al final sólo le salía algo soso que no iba a ninguna parte. Se nota que lo intentó, que quería darle al personaje su toque personal, pero no le salió, simplemente eso, no le salió.
Encima los dibujantes que le pusieron no ayudaron en absoluto, tanto Adrea Divito como Kieron Dwyer necesitan tomar muchos colacaos para llegar a un estilo de dibujo mínimamente interesante y que entre por los ojos. Es como si fueran dibujantes primerizos a los que todavía les quedan muchos años de aprendizaje. Vamos, que tampoco fueron de mucha ayuda para el disfrute de la colección.
No quiero que me entendáis mal, la miniserie de la Cosa no es una mala colección, es simplemente normalita. Yo no hubiera dejado de comprármela durante bastante tiempo ya que estaba por encima de muchas otras colecciones y se dejaba leer. Lo que pasa es que de los tebeos de Slott esperamos mucho más y lo que hubiera sido una obra interesante de otro autor más mediocre en este caso es una obra menor de un gran guionista.
Es curioso leer las declaraciones de Slott en los medios USA donde comenta las causas del fracaso de la colección y le echa la culpa... a los libreros. Dice que a los lectores les gustaba y que con un poco más de apoyo de los libreros la colección hubiera ido viento en popa (recordad que el sistema americano es diferente, los libreros piden al previews y de ahí se hace la tirada). Bueno, es posible que tenga razón y que con unos pocos más de pedidos a lo mejor la colección hubiera aguantado un año o dos más, pero me da que el propio Slott se da cuenta que la cosa no marchaba demasiado bien cuando dice que Marvel no tiene la culpa de nada. Vamos, que por unas cosas o por otras la colección no marchó y la culpa es un poquito de todos.
En cuanto a su publicación en España, la cosa está muy malita. Le tocaría a Panini, una editorial que parece que le tiene alergia a Slott y encima estamos hablando de una colección cancelada, lo que le da menos cien puntos negativos a esta colección. Pues miren, es una pena porque está simpática y al menos una lecturilla se merece, quizá en un formato de esos económicos que tanto se llevan ahora. Pero vamos, no apostaría yo mucho por ella viendo lo que se están tardando en publicar Hulka.
Por cierto, el último número de la serie es bueno de verdad, es una pequeña maravilla de esas que uno debería leerse por obligación. Ben organiza no una partida de póquer, sino todo un campeonato con todos los superhéroes (y algunos supervillanos) del universo Marvel y le sale a Slott un número divertidísimo y redondo. Sólo por este número sería pecado perderse la serie.
En fin, una lástima, no fue un mal tebeo pero tampoco fue nada maravilloso y con tantos tebeos como hay ahora, pues eso, que el mercado no es muy paciente con este tipo de series. Bueno, al menos tenemos a Slott en más cómics, y más que habrá.