Como ya sabréis, o si no os lo digo ya, este año no he podido acudir al salón del Barcelona, la familia es aún muy joven para este tipo de viajes. Si estuviera allí os iba a hacer unas crónicas de la hostia, pero como no estoy pues no hay mucho que contar, es más, no entiendo porque perdéis el tiempo hoy en este blog habiendo tantos otras contando lo que se cuece por allí. Así que iros y no volváis hasta el lunes... ¿ Qué os cuente algo ? Venga.
Si sois seguidores de este blog, (si os habéis incorporado nuevos pulsad aquí) sabréis que tengo una especial querencia por el salón de Madrid. No porque sea mejor o peor que el de Barcelona, que la verdad es que últimamente ya no noto la diferencia, ni tampoco porque sea madrileño, que a lo mejor influye, sino por ese aire de chapucilla que rodea el salón y que le da ese toque especial. Así que cuando se acerca el salón de Madrid se produce en mi cierta emoción, pero cuando se acerca el de Barcelona, pues poca la verdad. Yo creo que es cosa de la edad, que uno ya lo ha visto todo.
Mi primer salón de Barcelona fue en el 92. Era la primera vez que asistía a uno y me quedé muy impresionado, muchísimo, demasiado. A lo mejor fue un salón lamentable, pero desde el punto de vista de un adolescente que ve por primera vez aquello pues es lo mejor del mundo mundial. El problema es que sólo recuerdo dos o tres anécdotas del evento: tuve una charla de cinco minutos con Raimon Fonseca, que estuvo muy simpático a pesar de no conocerme; vi a Pacheco dibujando como los ángeles, junto a dos dibujantes más (¿ Guarnido, Larroca ? Dios, no lo recuerdo, la estrella era Pacheco y sólo me quedé con su nombre); y lo que más me impactó: Había alguien repartiendo unas hojas de papel que no alcanzaba muy bien a ver que era. La gente prácticamente se pegaba por conseguir una. Movido por la curiosidad me acerque a ver si yo también conseguía una y ante mi estupefacción me dieron una FOTOCOPIA de una página de Dragon Ball. Alucinante pero cierto. Quizá cuente esa historia para otro día porque es de esas que aún hoy me cuesta creer.
Mi siguiente salón fue en el 96, ya en la estación de Francia. No he nombrado dónde era el anterior porque no recuerdo el nombre, sólo que era en un mercado enorme y que parecía muy viejo. Bueno, en este salón ya estaba más credicito y la verdad es que tampoco recuerdo gran cosa de él porque seguramente me aburrí mucho. El espacio de la estación de Francia es muy reducido y en tres patadas te lo habías recorrido todo. No sé cuantas vueltas le di al maldito salón ni cuantas veces vi las exposiciones... No recuerdo ningún grato recuerdo, yo creo que lo he borrado selectivamente de mi memoria para no tener que reproducir más aquellos aburridos días. Vamos, ni siquiera recuerdo donde fui a dormir esos días... Cosa más rara...
Mi tercer y por ahora último salón fue en el 2002, otra vez en la estación de Francia. Éste sí que me lo pase mucho mejor. Más que nada por lo de siempre, por la gente con la que estuve. Llevaba ya un año en esto de los Internetes y con el tiempo acabas conociendo a gente con la que pasar ratos bastante agradables en el salón. Porque del salón en sí tampoco tengo muchos recuerdos interesantes. Una exposición de Blacksad bastante pobre pero con una figura del protagonista a tamaño real impresionante (e incluso juraría que era algo más grande que tamaño real). Unas goteras de aupa por todo el salón y unas charlas donde los autores parecían de muy buen humor. Pero algo más del salón poco.
Y eso es todo, vaya, sólo he ido tres veces por ahora y espero que el año que viene sea la cuarta. Sobre todo porque estas fechas están más cercanas a la paga extra que la otra, y con todo lo que sale se agradece. Así que nada, lo de siempre, que lo mejor de los salones es la gente, los salones en sí, pues... pues eso, que poca cosa.



Si te hubieras venido (o si os hubiérais venido los cuatro) te lo habr´çias pasado tetat. (Espero) auqnue solo fuera por las presentaciones de PLANETA/DC y NORMA o por la conversación con Miralles.
El pasárselo bien o no en un Salón yo creo que depende de a qué vayas y, sobre todo, la compañía que lleves. Yo sólo había ido a las Jornadas/Salones de Granada, y la verdad es que, excepto la primera, en la que nos fuimos de cervezas con Sergio Aragonés y terminamos contando para la organización las visitas a una exposición (palabra), recuerdo las demás como aburridas.
Hasta este año no había visitado salones foráneos. Estuve en el Expofriki y en el Salón de Barcelona, y me lo he pasado absolutamente en grande en los dos. Pero no por las exposiciones, ni las compras, ni las firmas, ni nada, sino porque al llevar año y pico en Dreamers, conocía (de oídas) a un montón de gente, con los que pude quedar y echar unas risas monumentales (entre los que se incluye el dueño de este blog, que es un tío estupendo). Para mi, la componente para pasarlo bien en un Salón es la compañía friki. Lo demás es accesorio.
Una cosa es que no hayas ido al Salón, pero otra es que nos tengas sin posts desde el día 10, supongo que estarás de exámenes, como mucha otra gente entra la que me incluyo, pero podías sacar 10 min para reseñarnos algo!!!
Un saludo y que te sea leve
Quike, se hace lo que se puede... ultimamente estoy un poco pillado, a ver si se pasa ya el apretón.
el local al que te refieres ea/era que desde hace unos años está de obras) el Borne