Al fin, el Partido anunciaría que dos y dos eran cinco. Y habría que creerlo. Era inevitable que tarde o temprano lo pretendiese. La lógica de su posición lo exigía. Su filosofía negaba tácitamente no sólo la validez de la experiencia, sino la propia existencia de la realidad. La mayor herejía era el sentido común.
Para mucha gente parece que este recién acabado 2011 ha sido un año horrible. Seguramente muchos habrán sufrido algún tipo de desgracia personal que le haya hecho marcar el año en rojo, pero para la amplia mayoría parece que lo que más ha pesado ha sido el momento económico en que vivimos, que es algo delicado. En el mundo del cómic es muy complicado saber como nos afecta este tipo de crisis debido al oscurantismo en el que se mueven nuestras editoriales. Sabemos que alguna que otra librería ha cerrado y que los libreros están un poco pesimista respecto a la situación en general, pero poco más. Las editoriales, sobre todo las grandes, siguen adelante y con viento en popa... o no tan en popa, pero siguen y aunque alguna que otra como Glenat avisa que la cosa esta mal, no tiene visos de desaparecer ni ahora ni en un momento cercano (y que siga por muchos años más). Es posible que como el mundillo siempre esta en crisis, cuando nos viene una gorda de verdad, con apretarnos un poco el cinturón basta. O quizá las cosas vayan francamente mal, pero no veo yo que haya un descenso significativo de títulos publicados. Habrá algunos menos, seguro, pero nada demasiado drástico. Así que a falta de cifras oficiales, 2011 ha sido para el cómic un año tan horrible como cualquiera, o mejor dicho, igual de soso o entretenido que otros años. Y la cosa no tiene mucha pinta de cambiar, que no se si es bueno o es malo.
Para mi el año ha estado marcado por un hecho que ha brillado tanto que lo ha tapado absolutamente todo: el nuevo universo DC. Ha brillado negativamente, por si alguno lo dudaba, ya que era algo totalmente innecesario y que visto el resultado, no ha traído prácticamente nada bueno. Y lo mejor de todo es que daba igual, es decir, no es que hubiera gran cosa que conservar del universo DC que había hasta ahora, pero esta manera tan chapucera de cargárselo todo ha sido el acabose. Didio ha quemado tanto el concepto de Crisis que ya ni sabia que hacer, así que lo más cómodo ha sido cerrar todas las colecciones y empezar otra vez desde el número 1 y que cada cual haga de su capa un sayo. Dan ganas de irse a una isla desierta y no volver hasta que se haya ido toda esta panda de indocumentados: Didio, Lee, Harras...
Así que supongo que habrán pasado cosas antes y después de ese momento, pero todas han sido borradas de la continuidad, tal poderosa es la fuerza del reboteo deceniano. Fijaos por ejemplo en la web de Planeta. Antes estaba llena de un montón de información sobre el universo DC, con artículos más o menos interesantes pero con muchísima información. Y de un día para otro, todo arrasado como si nada hubiera existido jamás. No es la primera vez que Planeta se rebotea de esta manera, ya lo hizo con Forum y Marvel y ahora lo hace con DC. Debe ser duro mirar hacía atrás y no encontrar absolutamente nada en tu memoria.
Viendo las cosas como han ido la verdad es que lo mejor que podemos hacer es mirar hacia adelante a ver que nos trae el futuro...

y la verdad no sé si quiero quedarme como estoy y esperar que pase el año lo más rápidamente posible. Esta claro que hay en el aire un pensamiento no solo de borrar el pasado, sino también de modificarlo completamente para que sea otra cosa. Es nuestro sino, somos comiqueros, es lo que nos ha pasado siempre. Ahora los cómics están de moda, aprovecharlo, puede que mañana el pasado vuelva a reescribirse para siempre.

Pues sí, ya van ocho y hay que decir que este ha sido uno de los años menos prolíficos por parte del que os habla. ¿Cuales son las razones? ¿Me habré vuelto un vago? ¿Es qué acaso los blogs ya han pasado de moda? Pues un poco de esto, de aquello, de lo de más allá, se junta todo y al final no se escribe nada. Pero vamos por partes.
Falta de ganas, hastío, abatimiento, somnolencia. No, no son los síntomas de una enfermedad ni los efectos secundarios de un medicamento, es lo que me ocurre cuando me dispongo a escribir un post de este blog. No es que haya pasado nada en particular que me haya precipitado a este estado, es que estoy cansado de hablar de muchas de las cosas de las que llevo años hablando. De los tebeos nunca, jamás, sigo disfrutando con ellos, pero de las editoriales, de sus ediciones, de sus cagadas, de sus subidas de precios constantes, de sus ideas de bomberos constantes... de todo eso estoy cansado, pero muy cansado. Tanto que no me apetece de hablar de ello más en absoluto. Es como hablar del tiempo, de lo mucho que llueve o de que hace mucho sol. ¿Qué mas da si no va a cambiar nada en absoluto? No es jamás tuviera la intención de cambiar el mundo o algo así, pero es que justo todo lo que me parecia correcto y adecuado para el mundo del cómic, pues todo al revés. Que si muerte a las grapas, que si más tomos caros, que si ediciones chungas... ¿ es qué acaso ya no me quereis como comprador? ¿Es qué acaso mi dinero ya no vale?
En cuanto a lo del logo, hijos mios, tengo algo que contaros. He pecado... quiero decir, me he vendido, en este caso a Dolmen. Comprendedlo, pusieron un camión de dinero delante de mi puerta y no pude resistirme, ¡no pude! Hablando en serio, Vicente García llevaba un tiempo detrás de que colaborara con la revista y aunque al principio no lo vi nada claro, con el paso del tiempo simplemente no vi razones para no hacerlo... Es decir, que escribo mi propia sección, sobre lo que a mi me gusta y lo que me apetece. En este caso, hago algo parecido a los post que escribo por aquí en verano sobre vida de autores pero centrando en los tebeos de los 80. Por eso el título de la sección porque ahora sí que sí: ya no se hacen tebeos como los de antes. Es una sección bastante independiente del resto de la revista, así que ni sé que se va a hacer en cada número ni que va a publicar ni nada de nada. Yo simplemente hago lo mio y ocasionalmente alguna que otra cosa más si se me pide, pero vamos, que yo solo he venido a hablar de mi libro.
Lo primero es pediros disculpas a todos los que os habéis intentado conectar al blog y os habéis encontrado con un cartel bastante feo que ponía que la cuenta estaba suspendida. Los técnicos del hosting en el que se encuentra alojada esta web encontraron ciertos problemas de seguridad que debían ser solucionados inmediatamente. En circunstancias normales casi nadie se tendría que haber dado cuenta, me mandan un mail, yo soluciono los problemas rápidamente y a otra cosa mariposa. Pero como estaba de vacaciones me mandaron el mail y... pues eso, que viendo que no había respuesta por mi parte, pues tomaron la decisión de dejar la cuenta en suspenso hasta que diera señales de vida (me parece la decisión correcta). Yo me entere gracias a la gente que me aviso por sms con mensajes desgarradores: "¿qué pasa con la web? ¿has cerrado? ¿no te habrás muerto?" y similares. Como pude me enganche a internet y tras ponerme en contacto con el hosting, me di cuenta que la solución me llevaba cinco minutos con mis herramientas habituales (el ordenador de mi casa) pero horas con los medios que tenia allí (el móvil, vamos), así que simplemente lo deje pasar hasta que volviera. Total, como llevaba un tiempo sin actualizarse pensé que poca gente se iba a dar cuenta, pero ya he visto que no es así ya que he recibido bastantes mensajes preocupándose por el futuro de la web. Muchas gracias a todos los que os habéis puesto en contacto conmigo, acabo de volver y no tengo tiempo de contestaros, pero gracias de todo corazón. Espero no daros este tipo de sustos en un tiempo.









