La Boda de Batman y Catwoman
Llegamos al momento más meloso y no sé si esperado por los aficionados, la Boda entre el Murciélago alado y la Gata ladrona. ¿Lo estáis deseando?
Aunque la boda tenga lugar en el número 50 americano, esta es una historia que se ha ido desarrollando a lo largo de toda la serie. Desde el primer momento que aparece Catwoman, creo que por el número 9, toda la colección gira en torno a ellos y a su relación a lo largo de los años. Veremos como primero Batman la necesita para una misión suicida y luego la necesita para otras cosas más intimas y personales que a las personas adultas les gusta hacer en compañía… sí, estoy hablando de saltar juntos por lo tejados y combatir el crimen… con algo de sexo ocasional en medio.
Así que a lo largo de todos los números vemos como los dos intiman cuerpo a cuerpo cada vez más, vamos, que intiman demasiado. Se comprometen para casarse, hacen los preparativos para la boda (bueno, o algo parecido) y se dedican a pensar como va a ser su vida en pareja. Esto pasa una y otra y otra vez hasta el punto de hacerse extremadamente repetitivo. Hay un exceso de dialogos de apoyo en todos los números que tratan su relación y que no aporten absolutamente nada a lo que ya conocemos de ellos. En mi caso deje de leerlos la tercera vez que me encontré el mismo esquema de «cuando te conocí sentí que…» y no veais que alegría más grande al llegar al número de la boda y descubrir que TODAS las páginas van de eso. Pero un momentito antes de llegar a eso.
Hay un momento especialmente divertido en esta relación que es cuando tanto Selina como Lois Lane interrogan a sus respectivas parejas sobre la boda y como esto termina llevando a una curiosa cita doble donde los personajes acuden a una feria en donde hay que disfrazarse de superheroes. Ese número es una delicia y un divertimento maravilloso, os lo recomiendo aunque no hayáis leído nada de toda la serie.
Pues vamos con el numerito de la boda. En la primera página Batman le dice a ella: ¿y si nos casamos ya de una vez por todas que llevamos 40 numeritos mareando la perdiz? A lo que ella le contesta: siendo el número 50 de la serie y teniendo que celebrar algo me parece lo más adecuado del mundo. Así que se casan… digo, se van a casar. Como Batman es un ser solitario decide que eso de invitar a mucha gente y tal es un rollito y que con dos testigos y el cura van sobrados. Y eso que es millonario el tío y se podía haber montado un casorrio de padre y señor mio. Pues nada, a casarse por los tejados, que para ellos es así como muy romántico.
Y aquí es donde empieza lo mejor y lo peor del número, todo entremezclado. El cómic esta salpicado de una gran cantidad de splash-pages dibujados por diferentes autores retratando las distintas épocas de los personajes. Eso muy bien, espectacular, lo mejor del número. El problema es que están acompañados de un número infinito de textos de apoyo en plan «lo que siento por ti». Los mismos textos de apoyo farrágosos que hemos tenido que sufrir durante tantos números aquí todos juntitos, todos para que te hagan sangrar las corneas. Sobran totalmente todos ellos, ¡sobran! Con las ilustraciones bastaba.
Y al final… ¿se casan? Pues no os lo voy a contar pero bueno, es lo esperado. La verdad es que el número es más reflexivo que otra cosa por lo que resulta algo decepcionante. Si te estas leyendo toda la serie el cómic tiene todo el sentido del mundo. Pero si te ha picado la curiosidad y te lo has comprado solo por asistir a uno de los eventos del año… ¡pues al menos te has llevado un monton de bonitos pin-up!
Por cierto, una mención especial a la edición española. Existe una normal que es más o menos como la americana y otra especial (y más cara) con una nueva portada dibujada nada más y nada menos que por Albert Monteys y que es una autentica delicia. Me parece una iniciativa estupenda y que la da un sabor muy especial a la edición española. Además, me reafirma en mi teoría de que a Monteys le hubiera gustado ver una boda como a mi, donde invitan a héroes y vilanos y luego hay graciosos malentendidos que desembocan en una pelea épica. Una boda de superhéroes de las de toda la vida vaya.
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