Esta no es mi Guerra Secreta. ¡Richaaaaards!
Tenemos un mundo nuevo lleno de miniuniversos con miles de versiones alternativas de cada personaje. Tenemos a un Doctor Muerte todopoderoso con toda la creación inclinada a sus pies Y tenemos a… ¿Reed Richards? ¿El autentico? ¿El de verdad? ¿Ese? Pues entonces ya puede empezar la chicha de la historia.
Me hubiera gustado ver hasta donde hubiera podido llegar el Doctor Muerte con sus nuevos poderes de onmipotencia absoluta. ¿Habría sido un dios bondadoso o vengativo? ¿Habría experimentando una y otra vez destruyendo y creando mundos o dejaría a la gente a su libre albedrío? Da igual. En el momento en que aparece el Richards de verdad ya sabemos que se ha jodido todo, que no se va a ir más allá en la historia de este nuevo universo. Sobre todo cuando Muerte empieza a comportarse como una histérica y en vez de chasquear los dedos y matarle, decide implicarse personalmente perdiendo el culo por acudir al encuentro de su archienemigo para ver si es él de verdad. Sí hijo, es el de verdad y te acaba de fastidiar el cuento.
Pero volvamos a la historia. Resulta que solo el 99,99% del universo Marvel murió en su momento ya que dos naves lograron sobrevivir, una llena de héroes y otra de villanos. Entre los héroes se encuentran Richards, Namor, Pantera Negra, la Capitana Marvel, la Thor, Cíclope Fenix, el Spiderman de toda la vida y el Spiderman Ultimate. Entre los villanos se encuentra la Cábala de Thanos, un grupo de auténticos malnacidos que solo viven para causar el mal allá donde vayan. Evidentemente, estos la lían nada más llegar, se ponen a matar a los Thors y entre unas cosas y otras obligan a que el Doctor Extraño intervenga. Como la cosa no se soluciona y de repente aparece el careto de Richards en los monitores del MuerteCastillo, el Doctor Muerte también decide intervenir. La cosa se pone muy negra y da la impresión que Muerte se va a cepillar a todo el mundo, así que Extraño decide que tiene que salvarles a todos a cambio de su vida. Tras tanta emociones tenemos que tanto heroes como villanos se encuentran desperdigados por Mundo Muerte y todos tienen una ganas tremendas de patearle el trasero y quitarle sus poderes. Así que imagínate que ocurrirá de aquí en adelante.
Y en esto consiste toda la miniserie, en un grupúsculo de gente con poderes que va creciendo en número a cada momento que pasa, todos enfrentados al Doctor Muerte. Eso sí, todo muy bien narrado, con sus pequeños giros y traiciones, con sus impactantes escenas de acción como los miles de Hulk cayendo del cielo, o sus batallas épicas como la Cosa tamaño Megazord pegándose con Galactus. La sensación que intenta desprender cada página es: esto mola, esto mola muchísimo. Pero al final no es más que una pelea entre Richards y el Doctor Muerte, con cientos de personajes implicados en segundo plano. Es como una historia más de la etapa Hickman en los 4 Fantásticos pero con toda la maquinaria publicitaria de la compañía volcada en el evento. Es lo mismo de siempre pero elevado a la enésima potencia para darte la impresión que estas asistiendo a la batalla del siglo. Pero no, en realidad es otro conflicto más en un largo historial de batallitas que como siempre concluirán con el Doctor Muerte con el rabo entre las piernas.
Quizá el único elemento extraño a toda la historia sea el que ha tenido que encajar Hickman con calzador para tener un nexo de unión con las antiguas Secret Wars. Hablamos nada más y nada menos que del Hombre Molécula. El guionista lo integra en la historia convirtiéndolo en una bomba viviente cuya misión es la de destruir todos los multiuniversos. Pero uno de estos Hombre Molécula se rebela y decide que eso de explotar nada, así que con la ayuda de Muerte se convierte en el receptor final de todo el poder que los Todopoderosos tenían. Todo muy bien y muy interesante, pero si lo eliminas de la historia no pasa nada, no se nota. Y esa es la impresión que te llevas con muchas cosas que pasan, que sí, que tienen su punto de interés, que aportan su granito de arena, pero que realmente no pintan nada en la historia más alla de aparecer en 4 ó 5 páginas. Porque a Hickman solo le interesa contar su historia de los 4F y todo esto de las Secret Wars es algo de la editorial que se lo han colado porque se lo tenían que colar, pero si fuera por él…
Así que esta historia llega a su fin en el numero 8… un momento, que no, que hay un número más del que nadie sabia nada y que no estaba planificado, ¿cómo puede ser esto posible? Eso lo veremos en el ultimo post de esta inefable saga.
Si, esta claro que llega un momento que debemos dejar el paso a los comics a los jovenes de 13 y centrarse en ver la HBO y zapeando
Si creiais que con convergence habian terminado los experimentos….
http://latam.ign.com/dc-comics/22583/news/dc-revela-mas-informacion-acerca-de-los-comics-de
Una serie que parte de la premisa cojonuda de que el Doctor Muerte es el único con huevos para salvar el Universo Marvel termina termina en la énesima variante del Uncanny X-Men #190 con Victor Doom haciendo de Kulan Gath.
Pensé que a Hickman le gustaba el Doctor Muerte pero al final resulta que era verdad la broma aquella: no sabía cómo terminar la historia y Muerte se la suda. Desde Byrne y Stern nadie ha sabido qué hacer con el mejor villano Marvel. Son un desastre, el único criterio es mantener las franquicias para hacer peliculas.