La nostalgia, ese mal necesario
Estos días ha aparecido por las librerías de toda España, Bisuterías ilustradas juveniles, perdón, Joyas, y la edición es un poco… como las de ahora, vamos, o como las de antes, que ya no puedo distinguirlas.
La nostalgia bien entendida no es algo necesariamente malo, asumiendo como bien entendida la nostalgia con un poco de sentido crítico. Uno puede tener sus cariños y puede haber disfrutando de una juventud maravillosa en compañía de determinadas obras, pero no pasa nada por reconocer que algunas de esas cosas no eran muy buenas, o directamente eran bastante malas. Todos tenemos nuestros muertos en el armario y todos tenemos algún vicio inconfesable de juventud, no pasa nada, es algo completamente normal. Lo que me cuesta entender es la nostalgia hacia un contenido, hacía una forma, hacía un material, una nostalgia podíamos llamarla fetichista.
Si no lo hubiera vivido en mis propias carnes, no me creería jamás que los “defectos” de las bibliotecas Marvel, su tamaño y la ausencia de color, fueron responsables de parte de su éxito. Fuera del circulo habitual de fanáticos que leemos cómics habitualmente, me he encontrado con personas que se compraban estas bibliotecas porque literalmente “estos cómics si que eran buenos” ¿Qué cómics? ¿Los de Jack Kirby? ¿John Romita sr.? ¿Gene Colan? No, no, los cómics en blanco y negro, no comos lo de ahora, en color y con tan pocas páginas. ¿Qué demonios? Sí, sí, mientras el formato se mantuviera igual era una compra segura para ese tipo de nostálgicos que me llegaron a confesar que dudarían bastante de comprárselo si fuera a color. Es decir, los mismos cómics a color de repente perdían la categoría de buenos, por lo que no añoraban esos tebeos, añoraban el formato de esos tebeos.
Por supuesto, también les gustaba el contenido, es decir, historias donde todo era más simple, sin doscientos crossovers todos los meses y sin 30 años de continuidad a la espalda. Pero se negaban a darle una oportunidad a cualquier cómic moderno (digamos de los 80 para ahora). Esta claro que el blanco y negro de su juventud les había condicionado y marcado hasta nuestros días.
Historias selección y Joyas Literarias juveniles eran una serie de tebeos (o libro-tebeos) habituales en cualquier domicilio. Era raro no encontrarse uno o dos ejemplares en casa de cualquier amigo y era un regalo habitual de cumpleaños. Todos conocíamos de pe a pa la isla del tesoro o Moby Dick sin necesidad de habernos acercados a los libros “de verdad”. Era una manera de acercarnos a unos clásicos que sin dibujitos nos parecían aburridos y que con ellos eran maravillosos. Ya lo sé, es una tontería de la edad, pero cuando eres niño lo último que te apetece es enfrentarte a un tocho tipo Moby Dick “a palo seco” y estas colecciones lo conseguían.
La calidad del contenido era excelente, la calidad del continente, pues de la época, para que nos vamos a engañar. Regular tirando a mala, pero entonces no mirábamos esas cosas ni nos importaban, aunque se cometían las mismas tropelías que hoy en día (pero sin escaners, claro). Sin embargo estas obras se han reeditado y la calidad de la edición… es prácticamente la misma que entonces. De acuerdo, es una edición pensada para esos nostálgicos de los que hablábamos varios párrafos más atrás, de los que quieren los tebeos igual que los tenían en su infancia. Vale, esta bien, aceptamos barco, pero, ¿no se podía hacer un poco mejor? La calidad de las planchas es bastante deficiente en según que tebeos, el papel elegido es bastante pobre (y dudo que sea el mismo de la época) y la rotulación es… ¡mecánica! Para que nos entendamos todos, los bocadillos esos que parecen hechos con maquinas de escribir. Y aquí es donde ya me quedo sorprendido, ¿de verdad añora alguien esa rotulación? Supongo que hay gustos para todos y que para algunos sera algo asociado con esos tebeos, pero es una de las cosas más horribles que hemos tenido jamás en nuestros tebeos. Como muchos, yo estaba totalmente acostumbrado a esa rotulación, pero cuando me encontraba un tebeo que no la tenía lo agradecía bastante y hacía que me gustara más el tebeo, y eso que entonces mi espíritu crítico era nulo. Pero es que aquello era feo de narices y sobre todo confuso, ya que un tebeo de Spiderman usaba la misma rotulación que un tebeo de Mortadelo y aquello era algo que costaba asimilar. Yo creía que era algo que habíamos superado hace muchos lustros pero ya veo que no, que vuelve a aparecer como un “buen” recuerdo de nuestros años. Vale, a ti puede que te guste, pero es que hoy en día me sigue pareciendo igual de horrible que entonces y un paso atrás.
Pero ojo, no nos engañemos, no se ha elegido esa rotulación por satisfacer las ansias nostálgicas de unos cuantos, porque estos tebeos están… ¡tachan! ¡Escaneados! Maldita sea, ¡nos persiguen a todas partes! Y seguramente para muchas de estas historias no habrá otra manera, ya que los originales estarán perdidos para siempre y si no hay otra manera, pues bienvenida sea esta, pero… ¿no deberían intentar mejorar un poco la edición? No, no y no. Si no lo hacen las editoriales que se dedican a esto, menos lo va a hacer una editorial de libros, en este caso Ediciones B, que también saca tebeos aunque en plan migajas y casi de casualidad (porque el fondo que tienen que tener es brutal).
Es decir, que esto ha sido una conjunción entre imitar la edición original y sacarlos de cualquier manera, porque de cualquier manera se asemeja sospechosamente a lo que se hacía hace treinta años. Que es el punto en el que nos encontramos ahora en nuestro mundo editorial, finales de los 70, principios de los 80, ¡pero con mejor tecnología! En ese caso, estamos de enhorabuena, porque en los 80 se empezaron a mejorar muchos de los defectos de los que nos quejamos todos los días. Así que nos esperan unos maravillosos años, el 2010 no está tan lejos, y para entonces es cuando empezaremos a apreciar las primeras mejoras.
>Si no lo hacen las editoriales que se dedican a esto, menos lo va a hacer una editorial de libros
Como Planeta, sin ir más lejos.
Me confesaré: a mí estos tebeos me parecían en general un rollo, me los saltaba cuando los serializaban o incluían en los Mortadelo Especial. Y por lo que me comentaron alguna vez en mi blog no soy el único.
Eso sí, 100% de acuerdo con el análisis del tema nostálgico, y la rotulación mecánica.
La rotulación de máquina de escribir me parecía una mierda con ocho años y me parece una mierda ahora. Recuerdo que me gustaban muchísimo más los Mortadelos rotulados a mano. Eran como más humanos, más cercanos, con una rotulación capaz de expresar los matices de las frases.
La buena era la de Grandes Heroes.
Pues puede que fuera yo el que comentaba que prescindia de esas partyes del tebeo y me cabreaba sobremanera el numero de paginas de los especiales que se comian…
Pero… tenia 10 años. Y lo que son las cosas: uchas de esos materiales que despreciaba en mi decada «teen» empecé a apreciarlos rozando la treintena.
El factor nostalgia es muy traicionero. ¿Qué atrae a los potenciales compradores de este tipo de obra? ¿Los tebeos cómo los leyeron en su día o una edición restaurada y a un precio competitivo? Yo creo que lo segundo pero esta claro que la editorial no está dispuesta a asumir el coste de la restauración si no cree que con ello va a aumentar los lectores potenciales y como habrá hecho sus cálculos sobre la cantidad de nostalgicos que comprarán tan cuál se dan por satisfechos.
Que sea la mejor edición posible les importa un carajo mientras que sea la edición que más venda. Y pruebas tenemos de sobra.
Impacientes Saludos.