En las sombras. Will Eisner – I

This entry is part 1 of 2 in the series En las sombras

Comienza aquí una nueva serie que hablara de la vida de varios autores USA que de una manera u otra dejaron su huella en el mundo del cómic. Aunque se hablara de su obra, no es el objetivo de esta serie de post hacer un repaso exhaustivo de la misma, sino más bien el centrarse en como esta afectó a sus vidas. Empezamos con el más grande. La mayoría de aquí narrado lo podréis encontrar en la novela gráfica El soñador de Will Eisner.

elsonador.jpgWill Eisner era uno más entre muchos dibujantes que, a mediados de la década de los 30, buscaba cualquier tipo de trabajo con el que llevarse el pan a la boca. En aquella época tenían pocas salidas profesionales a las que agarrarse: la publicidad o las tiras de prensa, y estas últimas solo publicaban un grupo muy escogido de elegidos. Pero aquello no iba a frenar a Eisner de cumplir sus sueños. El joven Will había nacido en 1917 y creció en el marginal barrio del Bronx. La gran Depresión Americana le golpeo en plena adolescencia, por lo que la pobreza le rodeaba donde quiera que mirara. Ser dibujante no era la mejor opción para salir de todo aquello, pero era lo que deseaba hacer, lo que le hacía soñar y no iba a descansar hasta lograrlo. Pero por desgracia, la suerte era muy esquiva. Conseguía algún trabajo aquí y allá, pero nada estable. Incluso consiguió trabajo en una revista, WOW, cuyo publicación daba la impresión de ser algo estable y seguro pero que terminó cerrando en el numero 4.

Eran tiempos turbulentos para el negocio editorial. Los Pulps, revistas populares que se imprimían en un papel basto y amarillento y cuyo contenido se centraban en relatos policíacos de terror y fantasía, habían tocado techo y su popularidad estaba empezando a dar sus primeros síntomas de flaqueza. Habían sido los reyes del mundo editorial pero el público ya estaba algo cansado de ellos, lo que se notaba en las cifras de venta. El negocio parecía estar mudándose a otra parte, concretamente a un nuevo tipo de revistas que albergaban más dibujo en sus páginas que texto. La punta de lanza fue Famous Funnies, que se convirtió en lo que todo el mundo conoce como cómic. Sus primeros números consistían sobre todo en reimpresiones de tiras de prensa de la época y poco a poco, según el material existente fue menguando, se fueron introducido nuevas tiras dibujadas expresamente para su publicación. Al principio no parecía que aquello fuera a ir a ninguna parte, con grandes perdidas en sus primeros números. Pero un beneficio de 30.000 dolares por número a partir de su numero doce hizo cambiar de opinión a mucha gente que empezó a comprender que aquello podía ser un negocio muy rentable. Solo faltaba un reclamo, un canto de sirena que atrajera a miles de compradores a sus filas y que llegaría en muy poco tiempo, con la aparición de Superman y otro tipo de superhéroes. Pero aquello aún no había llegado y para que ese momento pudiera producirse había que rodear al mundillo de aquello que le daba forma: los dibujantes.

Eisner sabía que era el momento adecuado para entrar en todo aquello con fuerza, pero su experiencia le había demostrado que llevar su portafolio de a un lado a otro le iba a servir de poco. Por lo que se le ocurrió una idea tan vieja como la vida, pero novedosa en el mundo de la ilustración: crear una empresa de servicios que realizara cómics por encargos. Will vivía con sus padres, no tenía mucho dinero y le suponía un riesgo terrible lanzarse a cualquier tipo de aventura editorial. Pero aún así reunió lo poco que tenía, 15 dolares que había recibido como pago de un trabajo en publicidad, y llamó al editor de la revista WOW, Jerry Iger para proponerle una idea de negocios, montar un estudio.

Iger era un negociante nato. WOW se realizaba en una fabrica de camisas, en la que el dueño de la fabrica no solo cedía fondos para la misma sino que aportaba parte del espacio de la fabrica para la oficinas de las editorial. Eisner sabía que una persona así era perfecta para llevar la parte comercial de lo que le rondaba por la mente. Necesitaba una persona que fuera de puerta en puerta editorial, que supiera vender como nadie y que tuviera los contactos de alguien ya introducido en el mundillo . De esta manera, el podría concentrarse única y exclusivamente en el aspecto artístico de la obra sin tener que preocuparse de ir suplicando a los distintos editores. La propuesta consistía en alquilar un piso lo más barato posible como sede del estudio. Eisner realizaria páginas durante día y noche e Iger buscaría encargos allí donde pudiera y donde su buen don de gentes le llevara. Iger no quería arriesgar su propio dinero en algo así, por lo que, aunque el estudio llevaría el nombre de los dos, el nombre de Eisner aparecería primero debido a que sería el que invertiría todo su capital. Iger aceptó las condiciones y el primer paso fue encontrar un piso barato y en el que se pudiera trabajar. Dieron con el en un anuncio por 5 dolares al mes, por lo que los 15 dolares que constituía todo el capital de la sociedad les iba a dar para 3 meses de alquiler. Por suerte, Iger no tardo en convencer a una editorial de Pulps, Fiction House, que veía en peligro la salud de sus hasta ahora, exitosas publicaciones. El problema era que había que dibujar muchas páginas y el estudio recién formado era solo de dos hombres, algo que no podían saberse de puertas afuera. Pero Eisner era un hombre con inventiva y sobre todo con mucho talento y simuló ser varias personas a la vez utilizando diferentes seudónimos como Willis Rensie, Eisner al reves, y cambiado su estilo de dibujo para que pareciera surgido de manos diferentes. Por supuesto, aquello también necesitaba un esfuerzo descomunal, pero nada iba a lograr separar a Eisner de sus sueños y gracias a aquellos trabajos y a otros más que fueron surgiendo, los encargos empezaban a desbordar la capacidad de Eisner, por lo que tuvieron que contratar a otros artistas que trabajaban desde sus casas. Estos “externos” respondían bien, el problema era que no dudaban en aceptar otras ofertas de trabajo más estables que iban surgiendo en las editoriales o en otros estudios por lo que Eisner e Iger, viendo que aquello iba viento en popa decidieron convertir su estudio de nombre en un estudio de hecho contratando personal fijo. La prueba de que aquello parecía un campo lucrativo es que más de 50 respondieron al anuncio que pusieron en un periódico, de las que finalmente acabarían siendo contratadas quince de ellas.

Continuara…

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2 comentario en “En las sombras. Will Eisner – I”

  1. Carlos dice:

    ¡Interesantísima la vida de este hombre, cosa que desconocía totalmente!

  2. Un tebeo con otro nombre dice:

    En las sombras Bob Kane I

    Volvemos a la serie de moda en el verano de este blog, la dedicada a repasar la vida y obra de varios autores clásicos. En esta ocasión le toca el turno al «creador» de Batman. Y el motivo de ponerle comillas lo encontrareis a lo largo de esta serie de…

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