Mi yo más joven ha estado a cargo de este blog durante una semana pero eso se acabó. Mi yo adulto ha vuelto para tomar el control de una vez por todas y explicar todas las cosas que han sucedido durante estos cinco días. Si alguien quiere saber algo más de que le ha pasado realmente a mi yo jovencito, que se espere a la publicación de Look Back in Blogging, que saldrá al mercado un día de éstos.
Pues ya estoy aquí otra vez, dejando atrás el pasado y mirando otra vez hacia el presente… pero todavía no, hay que contar un poquito como ha ido la cosa estos días atrás. Los post de los Ultimates me han resultado bastante divertidos… pero también muy cansados. He tenido que buscar muchos tebeos atrasados, releerlos, poner en claro lo que pensaba y lo que pienso ahora. Es decir, que para una semanita está bien, pero para más tiempo va a ser que no, es muy cansado. De todas maneras, con este tema se podría seguir eternamente, hay muchos tebeos que merecen ser recordados y que me he dejado en el tintero. Elegí cada uno de esos tebeos por un motivo en particular y han cumplido el propósito que yo tenía en mente. Me gustaría ir repasándolos uno a uno para que todos veamos lo que eran entonces y lo que son ahora:
La Patrulla X de Claremont y Silvestri. Cuando me leí este tebeo en su día alucinaba en todos los colores posibles con lo que se contaba en él. Era la mejor serie regular de entonces, ninguna otra podía hacerla sombra y era el dinero mejor invertido de todo el mes. Sin embargo los viejos del lugar decían que la serie estaba en decadencia, que no era lo mismo desde que se fue Byrne y bla,bla,bla. A mí esa etapa me gustaba (me gusta) muchísimo y la recuerdo con mucho cariño, pero hay que reconocerle ciertas carencias. Silvestri era un gran dibujante pero tenía una excesiva tendencia a presentar a los personajes posando. En la mayoría de sus viñetas la Patrulla X eran tíos molones que se pavoneaban delante de una cámara a la mínima oportunidad. Silvestri convirtió a los mutantes en personajes que estaban por encima de los demás sólo con mostrarnos su presencia. Ellos dominaban cualquier situación, ellos eran los números uno, las estrellas, el centro de todo. Eran la Patrulla X, era imposible que no te gustaran si molaban tanto.
Aquí es donde entró el gran Claremont (nada que ver con el Claremont de los últimos diez años) que supo ver perfectamente lo que Silvestri estaba haciendo con sus personajes y lo integró en la historia. Claremont mató a la Patrulla X antigua y la convirtió en un grupo de inadaptados orgullosos de serlo. Antes sufrían porque eran odiados y temidos, ahora presumían de ello. Los personajes se sentían perfectamente cómodos actuando como fugitivos, como leyendas. Silvestri los había llevado a ese status y Claremont hizo todo lo posible por exprimir al máximo esa idea. Ese era el gran Chris, grande entre los grandes. Su mayor virtud: ajustarse como un guante a los dibujantes que le tocaban. La Patrulla de Byrne no tiene nada que ver con la de Paul Smith ni con la Romita Jr. ni con la de Silvestri, pero cada uno exprime al máximo las virtudes de su dibujante. Ésta era la época en que la Patrulla X era la colección número uno, la que tenía los mejores dibujantes. Eso acabó en el 92, una lástima. Cuando Claremont volvió a los mutantes se vio claramente lo que había cambiado: ahora Chris era el centro de la historia, el tebeo sería suyo y no del dibujante. Para ello llenaría cada página de más y más texto convirtiendo el tebeo en algo farragoso y muy complicado de leer. Una auténtica pena, pero es algo inevitable, la edad no perdona a nadie.
Para terminar con este tebeo me gustaría también señalar algo que se dijo en los Comments. Silvestri tenía un sustituto para cuando no lograba entregar a tiempo: Rick Leonardi. Este dibujante era tan o más bueno que el dibujante titular y eso era algo necesario para seguir la colección con interés. Los New X-Men de Morrison para mí son un fracaso sólo por eso, por los dibujantes que le han tocado. Empezó muy bien pero según iba tocándole esa desgracia de dibujantes que sólo iban a por la pasta sin ningún interés en lo que hacían, me iba alejando más y más de la colección. A lo mejor han hecho el mejor tebeo del mundo pero a mí me ha resultado un tebeo muy feo y repulsivo. A ver si en Marvel cuidan estos aspectos en el futuro porque han desgraciado de mala manera el trabajo de Morrison.
El Ronin de Frank Miller. Ésta es una de esas obras que el tiempo ha dado la razón y que fue muy maltratada en su época. En DC ficharon a Miller por una pasta y le dieron carta blanca para hacer lo que quisiera. Encima para más inri DC estrenó el formato “prestigio” con este tebeo, mucho más caro pero de más calidad. El batacazo que se dio DC fue de los grandes, un fracaso espectacular en ventas y en criticas. Sí, en criticas también ya que esta obra era demasiada adelantada a su tiempo, los palos que se le dieron fueron muy grandes. Gracias a dios DC no se lo tomó todo lo mal que debería y más tarde le dio otras oportunidades a Miller, lo que llevó a producir pocos años después la Obra Maestra Dark Knight.
Ronin es un gran tebeo, aunque de complicada lectura. La primera vez que me acerque a él fue una lectura muy dura y poco a poco. Es un tebeo que entonces era un shock para el lector pero que hoy en día puede resultar un tebeo a redescubrir muy interesante. Ahí está el mejor Miller, él que estaba en pleno apogeo, él que todavía tenía mucho por demostrar. Así que si no te has leído este tebeo deberías hacerlo pero ya, es uno de los grandes.
Por cierto, ¿ nadie se ha dado cuenta del plagio que le están haciendo en Samurai Jack ?
Los Nuevos Mutantes de Claremont y Sienkiewicz. Parece que poca gente lo recuerda, pero cuando Sienkiewicz se hizo cargo de los dibujos hubo gritos de rechazo en todo el mundo entero. Sienki era la cosa más rara que te podías echar en cara y nada que se estuviera haciendo en esa época se le podía comparar. Daba auténtico miedo mirar sus portadas y sus dibujos emborronados y la colección sufrió una estocada mortal en las cifras de ventas. Sin embargo poco a poco fue apareciendo gente que le encantaba ese estilo de dibujo y las opiniones se fueron equilibrando hasta un 50%. Fue un shock en su época y fue una pena que Sienkiewicz no durara más números en la colección, pero en Marvel fue muy presionado para que la dejara e hiciera otras cosas más acorde a su estilo y lejos de la gallina de los huevos de oro de los mutantes.
Cuando leí ese tebeo en su época también pasé por esa época de miedo hacia los dibujos. Ahora nos parecen normales pero entonces era como pasar de repente al cubismo en los cómics. ¿ Por qué todo es tan feo y tan oscuro y tan lleno de rayas ? El tebeo me gustaba pero me producía sensaciones contrapuestas. Cuando Sienkiewicz abandonó la colección respiré bastante tranquilo ya que el dibujo volvería a ser algo normal y conocido.
Sin embargo, hoy en día éste es el tebeo que más me apetece leer. El dibujo me fascina y en estos números la colección dio un salto espectacular en la caracterización de los personajes. Es cuando se convirtieron en esos personajes que tanto queremos hoy en día y cuando la colección logró desmarcarse de la matriz. De todos los tebeos que he comentado la anterior semana éste es el que más ganas tengo de releer en profundidad y creo que dentro de poco me voy a hacer una maratón de esos 100 números de los que costa la colección. Cada día que pasa me fascinan más y más los dibujos de Sienkiewicz y me parecen extraordinariamente bellos. ¡Qué gran acierto tuvo Marvel al darle la colección y qué lástima que entonces no lo apreciáramos lo suficiente!.
Mañana continuo con los dos tebeos que cerraron la semana Ultimate.